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Cuando me lo contaron la primera vez, todo cerró.
Un policía grande, con muchos años en la morgue y la sala de autopsias, no iba a asustarse así como así. Pero ahí lo tenía, relatando ruidos de pisadas, origamis de sombras en las esquinas y pelos erizados a fuerza de suspiros. Me dijo que, aunque exigió que se llevaran inmediatamente el cuerpo, no soportó la idea del final de la noche solo y, sin esperar a nadie, se fue.
El principal sospechoso era el caminante. Lo encontraron muerto por ahí, ahí por donde todos lo vimos durante años caminando. En realidad no sé si recuerdo haberlo visto, pero todos dicen que seguro que sí, y que haga memoria, que sí. Sin embargo, yo no pude culpar al caminante, por más que el leit motiv de su vida de loco haya sido caminar sin descanso, y a veces trotar.
Por más que haya venido a mi morgue sin tener que caminar.
Es que para los días en que todos hablaban del fantasma del caminante, yo ya había observado que todo, absolutamente todo, funcionaba mal. Y no lo hice para protestar, sino para admirarme de esa hermosa demostración de minuciosidad.
No se pueden alterar las probabilidades sin que nadie se de cuenta, y en ese lugar tan nuevo, con sus equipos tan por estrenar, era absolutamente inadmisible que el cien por ciento de todo se rompiera, se quemara, se cayera, se derritiera, se perdiera para siempre o simplemente anduviera mal. Tanta homogeneidad para fallar no es natural, como no lo es que una moneda lanzada al aire caiga siempre en perdiste la apuesta.
Entonces, los fantasmas de lo nuevo eran más viejos que el fantasma más nuevo -pensé-.
Les dije que llevaran un sacerdote para descontaminar el lugar y todos los que hablaban de fantasmas me miraron sorprendidos. Reflexionen un poco -les pedí-, qué importa que yo no crea en fantasmas si los fantasmas, por definición, creen apasionadamente en los curas ¡es una solución tan razonable que no puede fracasar!
Bien, tengo que aceptar que la gente descrea de las soluciones lógicas y prefiera confiar en soluciones mágicas, así que allá todas las cosas esperan por los técnicos mientras siguen en su tranquilo fallar. Yo, cuando voy, busco directo en los bordes, me apuro a seguir una chispa, miro fijamente a los montones quietos, pero no. Todas las veces que me dí vuelta repentinamente -creo que no se pudieron anticipar mis giros-, nunca hubo nada detrás.
Caminante fue de visita a la morgue, pero si estuvo, no se quedó.
Tal vez se pregunten adónde fue. Bueno, miren, el ordenador donde escribo esta historia últimamente ha tenido un comportamiento muy curioso. Abre y cierra programas en el instante en que no estoy observando, sale en las impresiones, me revoca las decisiones, escribe a mis amigos y saluda insistentemente a mis amigas hasta que las logra asustar.
No sean tan exigentes, brujas -les contesto cuando protestan-, si es un fantasma todavía nuevo. Qué se puede esperar.
– fake –
rencoroso dijo:
Que conste que me consta, valga la redundancia.
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cogito (bis) dijo:
que conste que todos lo sabemos pero no jodemos
monoarania dijo:
que conste que amí también me consta, y dejé captura de lo dicho.
rencoroso dijo:
Si van a haber represalias de fantasmas quiero aclarar que la culpable -en gran parte- del deschave es de las dos de arriba, eh.
saludos.
cogito (bis) dijo:
qué represalias
a lo sumo, cuando estés escribiendo, te va a salir de las teclas y a agarrar los deditos
como jodón, es jodón
El Bárbaro dijo:
Ya no hay fantasmas como la gente, son re-básicos y elementales.
Creo que como viene la sociedad, los fantasmas nuevos se asemejan a Neanderthales….
Los curas creen en fantasmas porque cuando andan secos de efectivo se mandan un exorcismo y obtienen regalías de la TV y las revistas chismosas.
cogito (bis) dijo:
¡mi fantasma es re original Bárb!
¡primer notebook infectada con fantasmas! porque yo no quiero creer que es cuestión de increíbles casualidades, es un fantasma
una de mis contactos llegó a asustarse un poco
aguaninio dijo:
No, yo tampoco hice el secundario en Italia, pero la fortuna me puso ese poema en el camino de todos modos, como me puso también éste blog que ahora leo ávidamente.
Un saludón y gracias!
El Bárbaro dijo:
Para mi que es Tron…
aguaninio dijo:
De cerebros, y hasta, hilando más fino, de retóricas, ni siquiera de palabras.
la fe mueve montañas de esperanzados y ninguna esperanza, no?
y qué pasa que no se actualiza acá?
cogito (bis) dijo:
volveré enseguida